noche lluviosa
unos minutos de dicha, segundo a segundo cuentagotas infinitos en el embudo terráqueo, kilómetros de agonía para estrellarse en el suelo vil, caer agotadas una a una por millones, azotadas al unísono por el viento mientras se funden en montaña en hoja, en árbol en pavimento, creando riachuelos temporales diminutos que en un alcantarillado morirán...y serán sólamente una lluvia pasajera de una noche de verano de aquéllas que mueren en tu ventana