DECOLORANDO
Días rutinarios y estresantes que envuelven por pedazos este ambiente, mi ambiente, los rotros y mi rostro, las mentes y sus mentes, tus mentes, y mil dementes que escapan de la vista de los dioses. Pierde el día color y las nubes pintan sueños desteñidos. Ya no sueño, no te sueño, ciudad perdida, te esfumas, difuminas y escapas por el último rastro de color en mi rostro. Pintas de gris el cielo, pintan de gris mis sueños, y el ave de mis sueños tratando de escapar al brillante infinito de promesas y olvidos, de sabores sin recuerdos a metal pesado y monótono, sueños de mil esferas, de mil esperas, de un orbe que negó lo que no negarán los vientos del sur, de una negación abstracta pero presente y más fuerte que el más grande de los deseos de los mortales.